Hemos comentado varias veces la enorme importancia que tienen los procesos hormonales en la salud y el aspecto de la piel. El artículo de hoy irá dedicado a uno de ellos, la menopausia, y qué se debe tener en cuenta en una rutina para que no sufra los efectos de uno de los cambios hormonales más importantes en la vida de una mujer.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que cada mujer experimenta la menopausia de forma totalmente diferente. Resultaría absurdo generalizar y pensar que a todas nos afecta de forma similar, ya que cada experiencia es única. Sin embargo, existen rasgos en común y uno de ellos es cómo se transforma nuestra piel.
¿Qué le pasa a nuestra piel durante la menopausia?
Por lo general, las cuatro características más comunes suelen ser:
// Sequedad:
Independientemente de si hemos tenido la piel mixta, seca o grasa durante la mayor parte de nuestra vida, lo cierto es que durante la menopausia tiende a secarse con mucha más facilidad.
// Sensibilidad:
La piel se vuelve mucho más sensible durante la menopausia y no tolera ciertos ingredientes/tratamientos/hábitos que antes toleraba sin problema.
// Envejecimiento cutáneo:
Una piel seca es una piel que se rompe con mucha más facilidad porque está mucho menos elástica. Esto provoca la formación de arrugas y líneas de expresión en la piel de todo el cuerpo, especialmente la del rostro porque es mucho más fina y, por lo tanto, se rompe más fácilmente.
// Granos:
Puede que seas una de esas personas que no tuvieron granos ni en la adolescencia y resulta que ahora te aparecen con la menopausia. Es algo bastante común y es debido al desequilibrio hormonal.
¿Por qué afecta la menopausia a la piel?
La culpa, en este caso, no es del chá chá chá sino de las hormonas. Las mujeres padecemos desequilibrios hormonales a lo largo de nuestra vida; en la pubertad, con la menstruación, durante el embarazo, etc.. y también en la menopausia. El cuerpo deja de producir los dos tipos de hormonas que tenemos en mayor cantidad, los estrógenos y la progesterona. A la vez, produce mucho más andrógenos, el tipo de hormona masculina. Imagínate (y, por favor, ten en cuenta que es un ejemplo absurdo únicamente a modo de ilustración) que una ensalada necesita aceite, vinagre y sal para que su sabor esté equilibrado. Si de repente le quitas el aceite y el vinagre pero aumentas la cantidad de sal, seguramente tus papilas gustativas notarán el cambio, ¿o no? Pues a la piel le sucede algo parecido con la menopausia.
¿Cómo debería cuidar mi piel en la menopausia?
Ten en cuenta que la piel está cubierta por un manto hidrolipídico, compuesto básicamente de sudor, sebo (aceite) y agua. Su función es muy importante porque defiende a la piel de las bacterias y funciona como barrera externa, lo que mantiene los niveles de hidratación (agua) y nutrición (aceite) en niveles óptimos.
En la menopausia, la epidermis deja de producir naturalmente agua y aceite por lo que es muy importante suplirlo nosotros de forma externa. Es aconsejable:
// Nutrición (aceite).
Utilizar una limpiadora de textura grasa como un aceite o un bálsamo como el Kombu Néctar de Ami-Iyök o la Grapeseed Butter Cleanser de Antipodes para aportar una dosis extra de nutrición a la piel a la vez que la limpia y desmaquilla perfectamente.
// Hidratación (agua).
Al mismo tiempo, asegúrate de darle a la piel un buen chute de hidratación por medio de un serum como el Hyaluron Serum de Susanne Kaufmann o la crema Baptise H2O Ultra-Hydrating Gel Creme de Antipodes, ambos muy ricos en ácido hialurónico de origen vegetal.
// Reforzamiento.
Acostúmbrate a usar una mascarilla facial. Fíjate que contenga ingredientes tanto hidratantes como nutritivos tales como la manteca de karité, el aloe vera o las ceramidas. El mejor ejemplo sería la Supreme Moisture Mask de Nuori, es excepcional.
// Regeneración.
A partir de la menopausia, la piel se vuelve un poco perezosa y le cuesta más regenerarse así que resulta muy aconsejable utilizar tratamientos muy ricos en ingredientes activos como la Day Cream o Night Cream de Verso, que contienen una forma de retinol hasta ocho veces más potente que el retinol tradicional. Además, fomenta la formación de colágeno y elastina, reduce visiblemente las arrugas y líneas de expresión, y aporta mucha luminosidad.
// Purificación.
La aparición más frecuente de granos se debe al aumento en el número de andrógenos (la hormona masculina) y si no los tratas correctamente, se pueden convertir en manchas marrones o incluso pequeñas marcas en la piel. Por lo tanto, actúa inmediatamente en cuanto aparezcan y aplícate el Stop-Spots de la marca Ami-Iyök, un producto que es mano de santo para eliminar los granitos y purificar la piel.
Por último, ¡acabemos de una vez con los mitos sobre la menopausia! Eliminemos, por favor, la carga negativa que a veces le damos y pensemos en ella como una fase más dentro del viaje de nuestra vida. Piensa que tu piel es terriblemente agradecida y siempre estará a la altura de los cuidados que le dediques.
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Mónica 💚

