Hola,
Puede que pienses que todavía te queda muy lejos o ya estás instalada de pleno en ella; lo que sí es cierto es que en algún momento de la vida a todas las mujeres nos tocará pasar por la menopausia.
Aunque no conviene generalizar porque la experiencia de cada una va a diferir dependiendo de una serie de circunstancias (genéticas en su mayoría) casi imposibles de controlar, existen una serie de pautas generales que podemos seguir para minimizar los efectos que la menopausia pueda tener en nuestra piel.
¿Cómo afecta la menopausia a nuestra piel?
La mayoría de las mujeres entran en la perimenopausia a partir de los 40 años y ya empiezan a notar la piel diferente. Esto es debido a que los niveles de estrógenos descienden rápidamente y con ellos, también desciende el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico que nuestro organismo produce naturalmente. Como consecuencia, la piel aparece menos firme, menos elástica y menos jugosa. Otro tipo de hormonas como la testosterona y la progesterona también empiezan a fluctuar a la baja, lo que causa sequedad en la piel y la aparición de ese tipo de granos que no sabes de dónde han salido.
A medida que pasan los años y los niveles de este conjunto de hormonas sigue bajando, nuestra piel tiende a experimentar alguno o varios de estos cambios:
- Sequedad extrema de la piel
- Aparición de granos como de acné
- Tono apagado
- Falta de firmeza
- Incremento de vello facial
- Irritación y/o sensitividad cutánea
- Manchas solares y/o hiperpigmentación
Por favor ten en cuenta que esta lista es una generalización y que cada mujer es diferente, por lo que no quiere decir que te vaya a pasar todo esto necesariamente porque repito que cada mujer es única incluso en cómo le afectan los cambios hormonales. No te asustes pero tenlo en cuenta para poder tomar cartas en el asunto de la mejor manera.
¿Cómo podemos cuidar de nuestra piel durante la menopausia?
Sequedad extrema de la piel. Si la mayoría de personas solemos tener la piel deshidratada a cualquier edad, en la menopausia es muy común tener la piel seca. A la piel deshidratada le falta agua mientras que la piel seca tiene una carencia de lípidos debido al bajón de los varios tipos de hormonas que comentábamos más arriba. La solución más rápida y eficaz es incluir un aceite como parte de tu rutina diaria. Puede ser un aceite universal como el Facial Beauty Elixir de Merme Berlin (100% aceite de rosa mosqueta) o un aceite de tratamiento como el fabuloso Super Facial Oil de Verso o el Retinoic Nutrient Face Oil de Tata Harper.
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Aparición de granos como de acné. Entiendo que tiene que resultar frustrante tener que lidiar con granos como de acné cuando ya hemos dejado la adolescencia atrás hace tiempo pero es bastante común que suelan aparecer durante la menopausia. En este caso, lo peor que puedes hacer es usar el tipo de productos astringente o cargado de alcohol que usabas en tu juventud porque solo contribuirá a agravar otras cosas como la sequedad o la sensibilidad de la piel. Elige un producto específico pero que no reseque, como el Stop Spots de Ami-Iyök, y aplícalo de forma local pero nunca en toda la extensión del rostro.
Tono apagado. El tono apagado durante la menopausia está provocado, principalmente, por dos factores; el primero es la ralentización del sistema circulatorio, que hace que nuestra sangre transporte menos oxígeno y menos nutrientes a las células cutáneas; el segundo es la lentitud de nuestra piel para regenerarse, lo que resulta en una mayor acumulación de células muertas en la epidermis. Para luchar contra la ralentización del sistema circulatorio, lo mejor es incluir en tu rutina ingredientes que lo estimulen como la niacinamida que encuentras en serum como el Vit-Bright de Ami-Iyök o la crema hidratante Daily Glow de Verso, entre otros. Con respecto a la regeneración de la piel, nada como exfoliar la piel regularmente para darle ese empujoncito que necesita, bien con un exfoliante enzimático como el Enzyme Peel de Susanne Kaufmann o el Supreme Polishing Treatment de Nuori, especialmente pensado para pieles sensibles.
Falta de firmeza. La falta de firmeza está causada por un rápido descenso en los niveles de estrógeno, que conducen a la pérdida de colágeno, esa sustancia que mantiene nuestra piel lisa y firme. La mejor forma de combatir esta pérdida de firmeza, es incluir en tu rutina el tipo de ingredientes capaces de fabricar colágeno como la vitamina C o el retinol. Encuentra estos ingredientes en productos específicos como el Supreme C Treatment de Nuori, el Nutrient Concentrate de Susanne Kaufmann o cualquiera de los productos de la marca Verso, especializada en retinol.
Aún así, piensa siempre que la gravedad siempre va a tener más fuerza que cualquier producto que te apliques y que puedes mejorar, ¡y mucho! la falta de firmeza en tu piel pero nunca conseguirás volverlo a tener todo “en su sitio” como cuando tenías 20 años.
Incremento de vello facial. Se habla poco pero sucede con mucha frecuencia que con la menopausia, notemos un incremento de “pelusilla” en algunas zonas del rostro. Si prefieres no tocarla o si, por el contrario, te sientes más cómoda sin ella, es algo que sólo puedes decidir tú. Ahora mismo está muy de moda lo que se conoce como “dermaplaning”, que consiste en afeitar la capa superior de la epidermis por medio de unas cuchillas finísimas específicas. También puedes optar por hacerte la cera o depilarte con pinzas si lo prefieres. En cualquiera de los tres casos, es importante que tengas en cuenta que la piel se vuelve mucho más sensible durante la menopausia así que valora pros y contras antes de hacer nada para evitar que el remedio sea peor que la enfermedad.
Irritación y/o sensibilidad cutánea. Incluso aunque no hayas tenido la piel especialmente sensible en toda tu vida, es muy posible que cuando llegues a la menopausia, notes que la piel se “enfada” con regularidad, te pica, se te enrojece y se te irrita con facilidad. Hay personas que incluso sufren de eczema o de rosácea. Esto viene provocado, principalmente, por dos factores: el primero es que nuestra barrera cutánea, la encargada de defendernos ante las agresiones externas, no tiene la misma fortaleza que antaño; el segundo factor determinante es el adelgazamiento progresivo de la piel a medida que baja nuestro nivel de estrógenos y perdemos colágeno.
La solución en estos casos es utilizar productos que no contengan ingredientes demasiado agresivos como alcoholes simples, sulfatos y sustancias detergentes, tintes sintéticos o fragancia artificial. Además, siempre resulta idóneo adoptar productos en nuestra rutina especialmente pensados para fortalecer la barrera cutánea como las líneas Superkind de Tata Harper o Renewing Care de Susanne Kaufmann.
Manchas solares y/o hiperpigmentación. Te lo creas o no, la menopausia es la época de nuestra vida en la que el sol que hemos tomado toda la vida desde pequeñas, quiere cobrarse su factura. Por lo tanto, y aprovechando que la piel está más fina y debilitada, es muy común que aparezcan manchas solares (también conocidos como léntigos solares o manchas de la edad) o marcas de hiperpigmentación (de aquel día a los 7 años que nos pasamos todo el día en la playa y nos quemamos como chamizos) que salen ahora a relucir. Como hablé en muchas otras ocasiones, y hablo por experiencia propia, este tipo de manchas son casi imposibles de eliminar pero se puede mejorar su aspecto muchísimo hasta que se vuelvan casi imperceptibles pero requiere de muchíiiisiiimaaaa paciencia, una inversión considerable y una constancia a prueba de bomba. Lo mejor que puedes hacer en este caso es protegerte bien del sol para evitar la aparición de nuevas manchas y la evolución de las ya existentes. Incluye factor de protección solar todo el año en tu rutina diaria con cremas hidratantes que la contengan como la Day Cream SPF30 de Verso y re-aplícate un producto de protección específico cada par de horas durante los meses de mayor radiación.
Espero que este email te haya resultado útil. He intentado resumir y generalizar todo lo que he podido pero repito que cada mujer es única y cada piel reacciona de forma diferente ante la menopausia.
Si tienes cualquier pregunta, no dudes en escribirme a hola@lamiuk.com y te ayudo encantada en lo que te haga falta.
Espero que estés muy bien.
Gracias por leerme.
Un beso 🥰
Mónica 💚