En el artículo de hoy te contaré lo que para mí significa estar guapa por fuera y por dentro. Aunque la belleza es una de las cosas más subjetivas que existen, todos conocemos a personas muy bellas por fuera pero feas por dentro y personas no demasiado agraciadas físicamente pero realmente guapas por dentro.
Muchas veces se usa esta frase de “Guapa por fuera y por dentro” para referirse a temas relacionados con la nutrición y cómo afecta a nuestra piel y a nuestra salud en general. Pero hoy no voy a hablarte de eso, principalmente por que no soy una experta en el tema y hago un poco lo que puedo, como creo que le pasa a la mayoría de nosotras. Intento comer de la manera más sana posible pero también tengo días en los que me puedo comer una tableta de chocolate (sí, sí, entera) o un bote de helado yo sola.
El estar guapa por fuera es algo que puede verse y que está al alcance de casi todo el mundo. Vivimos en una época extraordinaria para cuidarnos gracias a la cantidad y calidad de productos cosméticos y de maquillaje que existen en el mercado.
En las redes sociales, nunca ha sido tan fácil modificar y mejorar nuestro aspecto físico gracias al Photoshop, diversos filtros y apps dedicadas exclusivamente a levantarnos los pómulos, estrecharnos la cintura o hacernos los ojos más grandes.
Yo tengo amigos y conocidos a los que veo mucho más a menudo a través de las redes sociales que en realidad; muchas veces me pregunto si el aspecto que tienen en las fotos que cuelgan es el que todavía tienen en verdad o es una versión muy mejorada de ellos mismos. Supongo que ellos se preguntarán lo mismo acerca de mí.
No quiero decir con esto que lo critique ni muchísimo menos! Al fin y al cabo, todos somos humanos y nos gusta mostrar siempre la mejor versión de nosotras mismas. El maquillaje se usa desde hace cientos de miles de años con esa intención.
Se creía que los primeros en usar maquillaje con fines estéticos habían sido los egipcios (Nefertiti usaba kohl para perfilarse los ojos) pero hace unos años un grupo de arqueólogos encontró evidencias en una cueva de Sudáfrica de trozos de rocas de colores rojo y marrón pulverizadas y llegaron a la conclusión de que acababan de descubrir el primer maquillaje de la historia. Esto fue hace tantos miles y miles de años que me marea sólo con pensar el número de años que han pasado y cómo el maquillaje sigue siendo uno de los hábitos más identitarios que tenemos.
Lo que quiero decir con todo esto es que es genial que exista una belleza externa que puedes modificar a través de filtros y maquillaje pero cuando te desmaquillas y te miras al espejo, lo que observas es tu belleza interna. Quién eres en realidad cuando nadie te mira, qué relación tienes contigo misma y qué relación tienes con los demás a través de lo que transmites no sólo con tu imagen si no también con tus actos, tus palabras y tus pensamientos.
Si usas productos o adoptas rutinas que te proporcionan bienestar, te aseguro que será mucho más fácil que empieces a pensar en la amabilidad no sólo como un acto aislado si no como un estilo de vida.
A continuación te hablo de los tres productos clave para mí, a los que siempre recurro cuando he tenido un día difícil y que me proporcionan un sentimiento de bienestar inmediato:
-Una vela. Indispensable para cuando me encierro en el baño por las noches y me dedico, aunque sólo sean unos minutos, a mi misma. Hay velas que están de moda, otras que son bonitas y muchas que huelen bien pero yo me quedo con Byron de Cire Trudon, una de mis favoritas.
-Una crema corporal. ¿Conoces esa sensación de salir de la lucha y aplicarte una crema tan gustosa que parece que te está abrazando? Pues eso es lo que me pasa a mí con la Body Butter de Susanne Kaufmann. No te exagero cuando te digo que te deja la piel como la de tu bebé.
-Una mascarilla. Mientras me aplico la crema corporal, aprovecho para utilizar también una mascarilla facial. Por mucho que me cuide la piel, nada iguala el efecto de una mascarilla hidratante. Prefiero que no sea grumosa y que sea tan efectiva que tan sólo necesite diez minutos. Me quedo con la Supreme Moisture Mask de Nuori, una verdadera bomba de hidratación para la piel, rápida y muy efectiva.
¿Que pequeñas acciones te producen a ti bienestar en tu vida diaria? ¿Que productos transforman tu piel y tu humor inmediatamente? ¿Qué ves realmente cuando te miras al espejo?
Escríbeme a hola@lamiuk.com y cuéntamelo. No te imaginas lo enriquecedor que resulta hablar contigo y lo bonito que es conocerte.
Y ya que hoy hablamos de amabilidad, no se me ocurre otra palabra mejor que GRACIAS por acompañarme una semana más, por estar al otro lado de la pantalla y haber llegado hasta el final del artículo. Me encanta tu compañía.
Un beso enorme,
Mónica