DESMONTANDO TÓPICOS. MITOS SOBRE COSMÉTICOS
¡Hola guapísima!
¿Qué tal estás? ¿Cómo va el mes de Febrero? El artículo de hoy será un poco diferente a los que normalmente escribo. Hoy no me centraré en describir las cualidades de un ingrediente cosmético ni cómo sacar partido a tus productos de maquillaje sino que escribiré acerca de algunos mitos en torno a nuestras rutinas de belleza que no por estar extendidos quiere decir que sean verdaderos.
Cuentos de la abuela, sabiduría popular, trucos caseros… llámalos como quieras a la serie de consejos que se van extendiendo de boca en boca y de generación en generación y que damos por válidos sin ni siquiera cuestionarlos. En el artículo de hoy nos centraremos en analizar algunas de las cosas que seguimos haciendo pensando en un beneficio final cuando, en realidad, existen pocas razones para creer que así sea.
Sigue leyendo para saber cuáles de los siguientes hábitos tomas por válidos:
FALSOS MITOS SOBRE COSMÉTICA
// Bebe mucha agua si tienes la piel deshidratada.
A ver, beber la suficiente cantidad de agua a diario es algo sanísimo y que resultará en el mejor funcionamiento de todos tus órganos, un buen tránsito intestinal y también mejorará notablemente tus niveles de energía. Sin embargo, siento muchísimo decirte que no por beber más agua, tendrás la piel más hidratada. Empezamos por el principio: el cuerpo humano está compuesto de células, que necesitan agua para su correcto funcionamiento. La piel es el órgano más extenso que tenemos y por lo tanto, también está compuesta de células. Cuando bebemos agua, el agua se reparte por todos los órganos del cuerpo pero, lamentablemente, la piel es la última de la fila y a dónde el agua llega en último lugar. ¿Te acuerdas cuando en el patio del colegio alguien de una clase superior te arrebataba la merienda de vez en cuando? Pues algo parecido pasa con el agua, que se la quedan el resto de órganos antes de llegar a la piel. Lo que deberías hacer si tienes la piel deshidratada, es incluir un producto que consiga retener el agua tanto a nivel tópico como subcutáneo y en este caso el ácido hialurónico es tu mejor aliado, que encontrarás en productos como el Hyaluron Serum de Susanne Kaufmann o My Perfect Skin de la marca Ami-Iyök. De todas formas, es importante que no dejes de beber agua como hasta ahora puesto que ayudará al cuerpo a librarse de toxinas a través del hígado, del riñón y del aparato digestivo, lo que resultará en una piel más limpia y luminosa. Piensa que cuando tienes la sensación de sed, es porque tu organismo se está empezando a deshidratar así que sigue bebiendo agua pero no esperes que te hidrate la piel solo con hacerlo.
// Enjuágate el pelo con agua fría para darle más brillo.
Es otra frase que hemos oído todas en repetidas ocasiones, la que dice que enjuagarse el cabello con agua fría hará que se cierre la cutícula capilar pero también aquí, me temo que no es del todo cierta. Las cutículas capilares no son puertas que se abren y se cierran todo el tiempo y mucho menos únicamente con agua. Es cierto que el uso de tintes o productos de cuidado demasiado agresivos hace que la cutícula del cabello se abra y el cabello pierda hidratación pero un chorro de agua fría no solucionará el problema. Sin embargo, enjuagarse el pelo con agua fría activará la circulación sanguínea del cuero cabelludo, lo que a la larga se traducirá en que más oxígeno llega a los folículos pilosos, que es dónde se origina el crecimiento del cabello y éste crecerá más sano y, por lo tanto, más bonito. Si realmente quieres ayudar a que la cutícula del cabello permanezca sellada y no pierda humedad, lo mejor es aplicar una mascarilla hidratante capilar por lo menos una vez a la semana como la mascarilla revitalizante de Philip B (Katira Hair Masque) o la de germen de trigo de Christophe Robin (Color Fixator Wheat Germ Mask)
// La pasta de dientes te secará los granitos.
Que levante la mano quien no haya echado mano de este truco alguna vez en su vida, sobretodo cuando te aparece un inoportuno grano en el medio de la cara justo antes de algún día importante. Una vez más, me temo que usar pasta de dientes como método para eliminar granos puede hacerte un flaco favor y te explico por qué. Comenzaré con lo obvio, que es que la pasta de dientes está destinada para lavarse los dientes, que tienen una superficie más resistente y más dura que nuestra piel. La mayoría de pastas de dientes tradicionales contienen entre sus ingredientes alcohol, peróxido de hidrógeno y sulfato sódico (sodium lauryl sulfate) que no te secarán el grano sino que lo irritarán y lo harán más visible; de paso, también irritarán toda la zona de alrededor pudiendo incluso provocar la aparición de más granos o de eczema. En general, las pastas de dientes tradicionales contienen ingredientes demasiado agresivos para la piel así que la próxima vez que te quieras librar de un grano cuanto antes, asegúrate de tener a mano el Blemish Treatment Gel de Grown Alchemist es ideal para aplicar directamente sobre el grano y verlo desaparecer durante la noche como por arte de magia
// El SPF no es acumulativo.
Con el comienzo de la primavera y la llegada del verano después, nos acordamos de que deberíamos llevar protección solar. Como llevamos maquillaje y nos da pereza aplicarnos una crema específica, hacemos matemáticas… si la crema hidratante de día habitual tiene un 20 SPF y la base de maquillaje que nos aplicamos por encima tiene un 10 SPF, entonces los sumamos y nos da un 30 SPF, que es justo lo que necesitamos en los días de más sol. Suena bien, ¿verdad? El factor de protección solar (SPF) no es acumulativo, así que sumarlo no te servirá de nada e irás menos protegida de lo que puede que te haga falta. Lo que cuenta es el SPF del último producto que te aplicas, el que va por encima de todo. Si quieres ir bien protegida sin añadir un producto extra, opta por un producto como el Organic Set+Protect Micro Mist SPF 30 de Soleil Toujours, una bruma finísima que se puede aplicar encima del maquillaje e incluso ayudará a que te aguante más.
// No necesito lavarme la cara por la mañana.
Otro gran mito muy extendido, sobre todo entre las personas con pieles sensibles e hiperreactivas. Aunque te laves muy bien la cara por la noche, te la tienes que volver a lavar de nuevo por la mañana. Si tienes la piel sensible, encuentra una limpiadora lo suficientemente suave como el Gentle Cleansing Gel de Grown Alchemist o Grace Gentle Cream Cleanser de Antipodes pero no dejes de hacerlo. La razón es que por las noches nuestra piel se regenera y aprovecha para expulsar toxinas a través del sudor. El argumento de muchas personas es que se duchan por las noches para no tenerlo que hacer por las mañanas cuando tienen menos tiempo. La gran diferencia que existe entre la piel del cuerpo y del rostro, es que la mayoría de nosotras llevamos pijama para dormir y el material del que está hecho absorbe la mayor parte del sudor que expulsamos mientras que la cara la llevamos descubierta (¿te imaginas que hubiera un pijama para la cara?). Puede que sigas el ejemplo de Marilyn Monroe y te vayas a cama únicamente con una gota de perfume y sin pijama, pero aún así seguro que estarás tapada con ropa de cama que también absorberá el sudor. Como ves, no hay disculpa para no lavarte la cara por las mañanas.
Ahora ha llegado el momento de sincerarse, ¿en cuántos mitos cosméticos todavía creías como ciertos? ¿De cuáles echas mano habitualmente? Si no estás de acuerdo con alguno de esta lista y te gustaría que lo comentemos con calma, no dudes en escribirme a hola@lamiuk.com
Escríbeme también si tienes dudas acerca de algún producto o necesitas ayuda, estaré encantada de hablar contigo.
Y como siempre, gracias por leerme.
Un beso,
Mónica E.Alonso