¿Cuánto producto debería utilizar?
Antes de empezar, me gustaría dejar clara una cosa: en el tema de cuánto producto utilizar en tu rutina diaria, yo soy el peor ejemplo. En temas de cosmética, soy una derrochadora nata y desde siempre utilizo más producto del que realmente debiera. Después me sorprendo cuando al cabo de un mes ya se me acaba el serum/crema/limpiadora que utilizo…
Muchas veces me preguntáis qué cantidad de producto utilizar con cada tipo de producto así que he decidido crear una pequeña guía para cada categoría. Piensa, eso sí, que es una lista general pero que después, cada piel es única en cuanto al producto que absorbe, su extensión (algunas tenemos más cara que otras ; ) y su nivel de confort.
Como siempre, la última palabra en este tema depende de ti, de tu tipo de piel y hasta de tu estilo de vida para saber la cantidad de producto que aplicar a tu piel.
¿En qué orden debería aplicar los productos?
Por lo general, los productos de tratamiento dentro de una rutina se aplican desde el más ligero hasta el más pesado, esto es el de textura más fina primero y el de textura más densa de último. Piensa en una matrioska, una de esas muñecas rusas que existen en cada casa porque alguien visitó Moscú y nos la trajo de recuerdo, como ejemplo de que la más ligera (o más pequeña) va siempre dentro de las más grandes.
Este orden en la aplicación de productos tiene que ver con el peso molecular de cada uno de ellos. Cuanto más ligera sea la textura de un producto, más ligero también será su peso molecular y más fácilmente será absorbido por la epidermis. Aplicar un producto muy denso primero (mayor peso molecular) y más ligero a continuación, hará que el segundo producto no logre traspasar la textura del primero y se quedará en la superficie de la epidermis sin ser absorbido. Y no están los tiempos como para ir malgastando producto tan ricamente por no saber aplicarlos correctamente…
La única excepción a la regla que yo hago en este caso es con ciertos aceites faciales. En contra de lo que dice la norma, no me los aplico por encima de la crema hidratante sino justo después del tónico con la piel todavía húmeda para así facilitar su absorción, en cuyo caso prescindo de aplicarme un serum y paso directamente a utilizar una crema hidratante por encima.
¿Qué cantidad usar de…?
// Limpiadora.
Es el producto más difícil de generalizar porque depende del tipo de limpiadora que utilices (gel, mousse, aceite, etc…) y de si la usas únicamente en el rostro o la extiendes también por el cuello y el escote. En líneas generales, deberías ser más generosa si es una limpiadora que utilizas para desmaquillarte como el Nourishing Oil Cleanser de Tata Harper o si tiene una textura esponjosa como la Vital Foaming Cleanser de Nuori, en cuyo caso usa el equivalente de una moneda de dos euros. Si es una limpiadora de textura densa como el Cleansing Gel de Susanne Kaufmann o The Cleanser de Kjaer Weis y/o la utilizas como segundo paso de tu rutina nocturna o por la mañana, utiliza el equivalente de una moneda de un euro.
// Tónico.
Si es un tónico en formato spray como el Facial Calming Mist de Merme Berlin, aplícalo libremente sobre el rostro de manera que sientas toda la cara humedecida. Si usas un tónico de aplicar con algodón, empapa un disco y pásalo por toda la cara por ambos lados, no sólo por uno.
// Crema de ojos.
Es el producto con el que más errores cometemos porque siempre pensamos que a más cantidad, más efecto nos hará. En realidad, es todo lo contrario. La piel del contorno de los ojos es tan fina que no puede absorber mucha cantidad de producto y usar más de la cuenta, resultará en la posible aparición de bolsas e hinchazón por acumulación de agua procedente de atiborrar la zona con mucho producto. Una de las razones por las que me gusta tanto el Super Eye Serum de Verso es porque tiene un dosificador que se para automáticamente con cada pulsación y dispensa la cantidad de producto justa que deberías utilizar. Utiliza aproximadamente el equivalente a una moneda de un céntimo para ambos ojos.
// Serum.
El serum es el producto más concentrado dentro de tu rutina, por lo que no necesitas embadurnarte para que te haga efecto; asegúrate, eso sí, de que te llega a todas las partes del rostro y no te olvides de aplicarlo también sobre el cuello. Usa la cantidad equivalente a una moneda de veinte céntimos.
// Crema hidratante.
En este caso, depende si usas una crema hidratante para pieles mixtas/grasas con textura de loción (textura más fluida) o una crema para pieles secas o muy secas, cuya textura es siempre más densa. La función principal de la crema hidratante es formar un film regular en el rostro y cuello que actúe como una barrera protectora contra las agresiones externas y la pérdida de hidratación. No se trata de aplicar un pegote en forma de medio bote de crema que la epidermis no conseguirá absorber y acabarás malgastando el producto sin sentido. En líneas muy generales, utiliza el equivalente a una moneda de un euro o un poco más si se trata de una crema de textura muy densa como la Cold Cream de Susanne Kaufmann o la Ultrarich Cream de Ami-Iyök, puesto que resultan más fáciles de extender debido a su textura.
// Aceite facial.
Menos es más cuando hablamos del aceite facial pero, una vez más, depende de para qué lo uses exactamente. Si quieres aplicarte un aceite facial de tratamiento como el Retinoic Nutrient Face Oil de Tata Harper como último paso de tu rutina por encima de tu crema hidratante habitual, usa tan sólo tres o cuatro gotas (o media pipeta), lo suficiente para “sellar” el resto de tus productos de tratamiento y aportar un plus de nutrición y suavidad a la piel. Si, por el contrario, quieres emplear un aceite facial como elemento emoliente para darte un buen masaje (el Divine Face Oil de Antipodes es perfecto para esto), aplícate unas cinco o seis gotas en la palma de la mano y masajealo bien por todo el rostro hasta que sientas que la piel te absorbe la mayor cantidad de producto. En este caso, es preferible usar el aceite justo después del tónico, con la cara todavía húmeda, y a continuación usar directamente una crema hidratante por encima, sin necesidad de usar un serum.
// Mascarilla facial.
La mascarilla facial es el tipo de producto en el que siempre recomiendo ser generosa, aunque también varía ligeramente del tipo de mascarilla que estemos hablando. Si es una mascarilla exfoliante o que contenga ácidos como el Enzyme Peel de Susanne Kaufmann o la Resurfacing Mask de Tata Harper, utiliza el equivalente a una moneda de dos euros y asegúrate de que te queda bien esparcida de manera uniforme por toda la cara. Si se trata de una mascarilla hidratante como mi favorita Supreme Moisture Mask de Nuori, sé generosa y aplícate el equivalente de una moneda de dos euros+una moneda de un euro (¿por qué no existirán las monedas de tres euros?). Al contrario de lo que pasa con la mayoría de los otros productos, a la hora de aplicarte una mascarilla facial lo que quieres es que te sobre un poco de producto para que la piel lo vaya absorbiendo durante el tiempo de aplicación y haga su efecto.
Espero que esta pequeña guía te sea de utilidad a la hora de saber qué cantidad de producto utilizar en cada categoría.
En cualquier caso, y como siempre te digo, aquí tu piel es la que manda y puede que necesite más o menos cantidad de un producto determinado dependiendo de sus necesidades. Palabrita de una a la que un serum le dura un mes…
Si tienes cualquier duda acerca de este email o te puedo ayudar con cualquier duda cosmética, no dudes en escribirme a hola@lamiuk.com y estaré encantada de echarte una mano.
Confío en que estés muy bien, disfrutando del recién llegado otoño.
Un beso,
Mónica


Estupendo artículo. Muy esclarecedor. Gracias
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